El Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea acordó un diseño común para la cara de todas las monedas en euros, incluidas nuestras monedas conmemorativas de 2 euros, y convocó un concurso de diseño.
La historia se remonta hasta 1996 cuando, en Verona, el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (ECOFIN) acordó que todas las monedas en euros (incluidas las posteriores monedas conmemorativas de 2 euros) tendrían una cara común en el reverso, igual para todos los países que forman parte de la Unión Económica y Monetaria (UEM), y una cara nacional diferente en el anverso para cada uno de ellos.
Se tomó esta decisión con el objetivo de simbolizar la unidad y la identidad compartida de los países que utilizan el euro como su moneda común. Y aunque se dió libertad, a cada país emisor, para diseñar su propio diseño para el anverso de la moneda, con la cara común se quiso expresar la idea de una Europa unida y solidaria, buscando fortalecer la identidad europea y promover la cohesión dentro de la UE.
Por tanto, los Estados miembros encargaron a la Comisión Europea la tarea de seleccionar el diseño de la cara común, y se dio libertad a los países para elegir los motivos de las caras nacionales, con la condición de que incluyeran las 12 estrellas de la UE.
También se encargó un informe técnico a los directores de las Fábricas de Moneda de la UE sobre las especificaciones de las futuras monedas y, tras escuchar las recomendaciones de los expertos y de las organizaciones de consumidores, se decidió que en las monedas en euros existiría una relación directa entre el tamaño y el valor nominal. Además las monedas serían distinguibles también por su color.
Así, se convocó un concurso, donde participaron todos los Estados miembros salvo Dinamarca, para decidir los diseños de las monedas, limitando los temas de la competición a tres: arquitectura, diseño abstracto y elementos de la identidad europea.
El 13 de marzo de 1997, un jurado europeo seleccionó 9 de las 36 series presentadas por los Estados miembros, se realizó un informe técnico llevado a cabo por los directores de las Cecas Europeas, y posteriormente se llevó a cabo una encuesta de opinión.
El proyecto aprobado se presentó a los consumidores, a la Unión Europea de Ciegos y a diversos sectores industriales, como la industria de las máquinas expendedoras, para garantizar la facilidad de uso y reducir el riesgo de fraude.
Y finalmente, el Consejo Europeo celebrado en Ámsterdam escogió en junio de 1997 el proyecto ganador y definitivo, realizado por Luc Luycx (diseñador de la Fábrica de la Moneda belga), cuya propuesta estaba formada por tres representaciones distintas del mapa de Europa con las 12 estrellas de la UE de fondo.
El grabador belga ganó por una mayoría, ya que el 64% de los entrevistados votó su diseño de entre los 9 candidatos presentados. En su victoria tuvo especial relevancia la presencia del mapa de Europa para reforzar precisamente esta identidad europea que se buscaba en el diseño. De entre los nueve finalistas, el suyo fue el único donde aparecía el mapa.
Tras una década de preparativos, las monedas y los billetes en euros se pusieron en circulación el 1 de enero de 2002, y en 12 países de la UE se produjo el mayor cambio de moneda de la historia.
En este otro artículo hablamos de quién es Luc Luycx, la persona que diseñó las monedas de euro, y si queréis saber la razón por la cual tuvo que modificarse este primer diseño común de las monedas de 2 euros, no os perdáis: Mapa Viejo – Mapa Nuevo en el reverso de las monedas desde 10 céntimos hasta 2€.