El motivo de esta moneda de 2 euros conmemorativa de Eslovaquia es el 10 Aniversario de su Adhesión a la Unión Europea.
Esta quinta ampliación de la Unión Europea representa el firme deseo de gran parte del continente europeo de consolidar la paz y la estabilidad a través de una Europa reunificada.
Tras la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, el bloque comunista que dominaba el este europeo se desintegró por completo. Desde entonces, la Unión Europea y los Estados de esa región comenzaron a planificar una posible integración en la Unión Europea, siguiendo una serie de condiciones y compromisos, marcados por un calendario que establecía los pasos hacia la adhesión de cada Estado.
Las negociaciones oficiales de adhesión comenzaron años después. En marzo de 1998, se inició el proceso de integración con aquellos Estados que estaban más preparados tanto social como económicamente. Estos países fueron Chipre, República Checa, Estonia, Hungría, Polonia y Eslovenia. Dos años más tarde, en el año 2000, también se iniciaron las negociaciones para la incorporación de Bulgaria, Letonia, Lituania, Malta, Eslovaquia y Rumania a la Unión Europea.
Las negociaciones entre la Unión Europea y estos Estados se basaron en el principio de diferenciación, con cada país avanzando en el proceso de adhesión de manera individual. La Comisión Europea publicaba informes periódicos sobre el progreso de las negociaciones.
Finalmente, en diciembre de 2002, se celebró un Consejo Europeo en Copenhague que confirmó la ampliación europea con diez nuevos Estados, que cumplían con los requisitos necesarios para unirse a Europa. Sin embargo, Bulgaria y Rumania quedaron excluidas de esta ampliación. Y de esta manera, el 1 de mayo de 2004, Chequia, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta y Polonia se unieron oficialmente a la Unión Europea, en lo que se conoció como «la gran ampliación» o «ampliación de los países de Europa central y oriental».